Autotrasplante Dental
Para poder sustituir un diente perdido y recuperar su función y estética existen varios tratamientos. El más habitual son los implantes dentales, pero no siempre es posible (especialmente en los pacientes más jóvenes). Por esto motivo en Clínica Loscos realizamos otros tratamientos, como el autotrasplante dental.
¿Qué es el autotrasplante dental?
El autotrasplante dental consiste en extraer un diente de su posición original para colocarlo en una zona edéntula, en la que falta el diente.
Esta técnica se realiza con mayor frecuencia en los terceros molares y en los premolares y aunque no es muy común, debido al auge de los implantes dentales, es también muy eficaz.
El autotrasplante dental está especialmente indicado en pacientes jóvenes o en edad de crecimiento, pero también puede realizarse en adultos. Generalmente se realiza para:
- Reemplazar dientes con caries muy profundas con imposibilidad de rehabilitarlos.
- Reemplazar dientes ausentes (agenesia) o perdidos prematuramente debido a, por ejemplo, un golpe.
- Dientes ectópicos, aquellos que están fuera de su área anatómica.
¿Cómo se realiza el autotrasplante?
Generalmente, con los autrotrasplantes lo que se hacemos es colocar un premolar en la posición de un incisivo central ausente o un tercer molar en la posición del primer o segundo molar.
Durante la operación, el diente que va a ser trasplantado se extrae y se coloca en la posición en la que es requerido, procedimiento para el que usamos también de factores de crecimiento (L-PRF). Normalmente esta fijación requiere puntos de sutura.
El proceso de recuperación y adaptación completa en la boca suele durar unos meses hasta que quede completamente fijado en el hueso alveolar o maxilar y con el nervio en perfecto estado, pudiendo funcionar como el resto de dientes.
¿Es una técnica segura?
El éxito del autotrasplante verá determinado por tres cuestiones, principalmente:
- La selección del paciente y del caso.
- La realización de una técnica depurada.
- El control de la evolución posterior.
En pacientes jóvenes la tasa de éxito demostrada es muy alta, superando el 90%. En pacientes adultos los resultados también son muy satisfactorios, pese a que pueden experimentar más complicaciones. Afortunadamente, estas complicaciones son extremadamente puntuales, debido a los avances de la Medicina y las tecnologías con las que contamos en nuestra clínica.