Cuidado bucodental durante las primeras etapas de los más pequeños
De 0 a 6 meses
Los cuidados orales deben realizarse desde el nacimiento, ya que la lactancia materna es fundamental para ayudar al desarrollo mandibular. El recién nacido presenta de forma fisiológica la mandíbula retrasada y pequeña.
La succión durante la lactancia ayuda a fortalecer los músculos de la mandíbula del bebé y a promover su crecimiento adecuado.
Nuestros especialistas en odontopediatría en Zaragoza recomiendan limpiar las encías del bebé con un paño húmedo o una gasa suave para eliminar cualquier resto de leche y prevenir la acumulación de bacterias.
De 6 a 18 meses
Durante esta etapa comienza la erupción de los dientes de leche, por eso es de vital importancia que se realice la primera visita al odontopediatra y resolver las dudas sobre la higiene dental durante este periodo.
De 18 a 36 meses
Durante esta etapa, generalmente, se ha producido la erupción de todos los incisivos temporales y molares. Además, a esta edad, el bebé ha tenido que dejar el chupete y el biberón. En esta etapa también se comienza a utilizar el cepillo dental infantil y la pasta especial para niños.
De 3 a 6 años
Generalmente, en este periodo han erupcionado todos los dientes de leche del pequeño. Por esta razón, desde Loscos recomendamos realizar visitas regulares al odontopediatra para revisar si existen posibles anomalías dentales o tratar otras afecciones bucales, como la caries o la gingivitis.
Además, es importante que los niños aprendan a cepillarse los dientes dos veces al día, utilizando un cepillo adecuado para su edad y una pasta dentífrica con flúor en la cantidad correcta. Nuestros expertos en odontopediatría ayudarán a tu pequeño a mantener una buena higiene bucal y asegurarle su bienestar dental.
De 6 a 18 años
En esta etapa van a erupcionar todos los dientes permanentes, por lo que es importante concienciar al niño de la importancia de la higiene y cuidado de sus dientes.
Las visitas periódicas con el odontopediatra se vuelven aún más importantes para monitorear la alineación de los dientes y el desarrollo de la mordida, así como para detectar problemas como caries o enfermedades de las encías.
Desde que aparecen los primeros dientes hasta que crecen los permanentes, es esencial tener una buena rutina de higiene dental, hacer visitas regulares al odontopediatra y enseñar a los niños a mantener una alimentación saludable.